sábado, 21 de octubre de 2006

CON EL CORAZÓN EN UN PUÑO (I)


Oigo en las noticias que nuestro sistema sanitario es uno de los mejores del mundo, técnicamente hablando. Pero en lo que respecta a la atención al paciente debe estar a la cola. Ahí están las listas de espera, las citas urgentes para dentro de tres meses, el trato que recibes por parte de algunos facultativos en las visitas, en las que ni siquiera te miran ni te escuchan, y si lo hacen es para hacerte sentir el mayor pecador sobre la Tierra por estar enfermo o tienden a achacar tu dolencia a una obsesión maníaco-depresiva quitándose así el muerto de encima. No es así, afortunadamente, en todos los casos, pero ejemplos como el de una mujer tratada de gases cuando tenía un cáncer o el de Griselda Navarro, que fue diagnósticada durante todo su embarazo de gases, síndrome premenopaúsico y alergia, sin que a su doctora se le ocurriera hacerle una sola prueba de embarazo, me hacen recordar situaciones realmente absurdas que he visto a mi alrededor.

Hace tiempo disfruté de un dolor que subía desde la ingle hacia el abdomen. En un principio me trataron con pastillas para los gases (está claro que esto es la panacea de todos los males). Aquello no surtió efecto, al contrario, mi pierna derecha también empezaba a resentirse perdiendo movilidad y ante la molestia que le suponía al señor-médico verme allí todas las semanas, no se le ocurrió otra que decirme con una sonrisa despectiva que aquello era debido a algo que se me había metido en la cabecita, vamos que me lo estaba inventando. Ante aquel reto mantuve mi sangre fría y, mirándole fijamente a los ojos, le espeté que estaba claro que el dolor existía y no podía casi andar, así que si el problema estaba en mi cabeza me enviara inmediatamente al psicólogo.

Después de un duelo de miradas, se le ocurrió que a lo mejor podía ser algún dolor reflejo de la espalda. Yo no sé si sería eso o que el fisioterapeuta que me atendió tenía unas manos estupendas (entre otros atributos) y una sonrisa que te llegaba al alma, pero el caso es que aquella manía que tenía desapareció de repente para siempre jamás.

Podría contaros la odisea que pasé aquella vez que fui a hacerme una citología rutinaria y sin saber como, un señor-médico-octogenario-muy-bajito- con-parkinson apareció por allí y sin decir ni pío se sentó entre mis piernas y empezó a hurgar en mis intimidades, lanzando de vez en cuando toda serie de improperios, ya que por lo visto aquello que veía allí dentro no le gustaba nada, nada.

- ¡Vaya mierda! ¡esto está fatal! Aquí no hay quien encuentre nada, joder.

Después de unos cuantos minutos así, que a mi me parecieron eternos, le pregunté casi con sentimiento de culpabilidad:

- Perdone que le moleste, pero ¿tiene usted algún problema con mi coñito?

El buen señor ni se inmutó y siguió a lo suyo, pellizcando aquí y allá con saña.

Ante mi impotencia en aquella postura que no me permitía ninguna movilidad, mis ojos pidieron ayuda a la enfermera. Tuve suerte y se compadeció de mí, por lo que me explicó lo más escuetamente que pudo la situación:

- No se preocupe, simplemente le están haciendo una biopsia del tejido del cuello uterino y creo que le está resultando difícil encontrar el trozo que tiene que coger.

Os podéis imaginar lo que me pasó por la cabeza al oir aquella palabra soltada así, de sopetón. Yo sólo pensaba en BIOPSIA=CÁNCER. Pero ¿cómo? así sin avisar, si yo sólo pasaba por aquí de visita. Y encima aquella eminencia no hacía más que soltar quejas sobre el mal estado de "aquello". Se me revolvió todo el cuerpo de pensarlo y de ver aquel botecito que se iba llenando de trocitos de carne uterina que por lo visto no servían para nada porque no eran los adecuados.

- Perdone que le interrumpa de nuevo pero me estoy mareando y creo que voy a vomitar

Esto si que hizo mella en su ánimo, pobre.

- Señora, a quién se le ocurre venir a hacerse esto sin desayunar- sentenció moviendo la cabeza con condescendencia.

Y sin decir más, se levantó y se fue por donde había venido llevándose parte de mi cuello, dejándome allí destrozada, con las piernas en alto y la moral por los suelos.

Necesité media hora de reanimación y cuando me encontré un poquito mejor se me ocurrió comentarle a la enfermera que mi ginecóloga no me había dicho nada de esa prueba.

Inmediatamente se fue a por el volante para despejar mi duda. En cuanto vi su cara al leerlo se disiparon todos mis miedos a la vez que empezaba a aflorar una ira incontenible (creo que ya he comentado alguna vez algo de mi terrible ira), unas ganas horribles de coger todas las pincitas que había por allí y arrancarles la piel a tiras. Porque resulta que por un error de interpretación, en vez de citología habían entendido biopsia, algo perfectamente comprensible. Lo que salió por mi boca es irrepetible.

Viéndolo por el lado positivo, me podía ir tranquila por no tener ninguna lesión en mi precioso cuello uterino. Eso explicaba que aquel señor tan maleducado, cegato y con un tembleque considerable no acertase a ver ni a coger ni un solo trozo dañado.

Pero lo más surrealista que me ha ocurrido en un hospital fue una experiencia-orgiástica-sexual que tuve con tres enfermeras y mi ex-rey consorte. Pero esta historia la dejo para el siguiente post.

35 comentarios:

princesa del vértigo dijo...

De poco sirve que sea muy bueno técnicamente, si la atención es pésima y el grado de participación del paciente en la organización del sistema sanitario es de los más bajos de Europa, creo que estamos en el penúltimo lugar.
Ahora una cosa no quita la otra, desde luego, y espero de todo corazón que mejore en la base. Creo que debería haber mucha´más participación ciudadana desde el punto de vista consultivo.

Un saludo

Peggy dijo...

Que dios nos pille confesados en la cuestion de hospitales ...lo digo por experiencia , es triste pero al final se recurre a profesionales privados

RicardoRVM dijo...

Vaya, nos deja usted en lo mejor del post, princesa...

Oiga, que así como quien no quiere la cosa, me estoy haciendo adicto a su blog. Y eso que soy republicano.

Por cierto: sus guardias, unos blandengues: paso siempre que quiero.

princesa del vértigo dijo...

Peggy, con el tiempo recordamos esas experiencias-sanitarias con humor, pero hay que ver lo mal que se pasa en ese momento!! Besos reconfortantes

princesa del vértigo dijo...

Si es que en el fondo el pueblo lo que necesita es mano dura. Si hiciéramos una encuesta entre todos los republicanos como usted, seguro que salía un porcentaje muy alto de adictos al BDSM (algo de esto hay en el siguiente post, no se lo pierda, seguro que le interesa)
A mis guardias ya les he dado lo que se merecen, aunque desde que trajo la fanta de naranja (a eso si que soy adicta, por eso mi señor-médico me diagnostica gases directamente siempre que voy) les he dicho que hagan la vista gorda. No, si en el fondo le estoy cogiendo cariño. Hace usted que se despierten mis instintos más viles y básicos, eso resulta excitante y enervante :-)
Y Me pregunto ¿Cómo sería una monarquía-republicana? ¿o república monárquica? ¿o una BDSM-onarquía en la que los sumisos fueran los republicanos? (esto suena excitante)

princesa del vértigo dijo...

El mensaje anterior va para D. Royo, por supuesto.

Besos monárquicos para usted.

KAMELAS dijo...

No deberia meterme al blog despues de una tarde de futbol tan nefasta como la de hoy ..

.. te imagino con las piernas abiertas .. y no siento nada !!!

Besos desinflaos

princesa del vértigo dijo...

Kamelas, qué te han hecho!! no te conozco, no eres tú!!!
Me asustas...
Anda, vete a la camita y que te consuele un poco tu "santa" ya verás como mañana lo ves de otra manera.

P.D. De todas formas no creo que sintieras nada viéndome en esa situación nada sexy, te lo aseguro.

Besos de consuelo

Anónimo dijo...

¿Cómo que lo mejor está por venir? ¡Anda que no me he reído con el ginecólogo rompetechos!

princesa del vértigo dijo...

Juan, yo si que me reí...por no llorar!!
me cagüentossusmuertos!!!

JOHNNY INGLE dijo...

¿No sería que este doctorcito octogenario había visto HOUSE y estaba aplicando su estilo?
Seguro que los médicos y las médicas jóvenes son un encanto. Hay que elegir bien la persona a la que uno le abre las piernas.

A mí me molestaba mucho que un muchacho que vino una vez a montarme unas cosas en la cocina siempre lo hacía todo resoplando, y quejándose, como si le costase mucho trabajo, como si todo se le torciera. Quedaba de muy mala educación. Si te sale mal, te callas, y no resoples ni rebufes de esa manera, que con eso pones nervicioso al cliente.

Quedo a la espera de la historia orgiástica, y me prepararé imaginando auténticas perversiones... a ver si acierto

Su dijo...

Joer, se queja de que no cogía el pedazo adecuado... debería quejarse de que no había leído el texto adecuado. ¿Qué tal un cursillo de comprensión lectora? Hay que juerse.

Luis Amézaga dijo...

Me has asustado. Qué hago ahora con mis gases que sólo amenazaban con enturbiar el ambiente. Aprensivo para toda la mañana me quedo.

Anónimo dijo...

¡No me lo puedo creer! ¡Yo lo asesino! Además en esos potros de tortura que tenéis que sufrir las mujeres...

princesa del vértigo dijo...

Johnny, no lo elegí yo, se metió a capón en la aséptica relación que manteníamos la enfermera y yo. Y ver no ve más allá de sus narices.

Armando, de genio nada, simplemente es un hijo de puta. Y en la medida de lo posible, la siguiente la supera, te lo aseguro.

Su, el presupuesto sanitario no debe dar para formar adecuadamente a los facultativos. Además ¿para qué? total, para atender a un puñado de borregos...

Luis qué mal veo lo tuyo!!

Georgehazard, lo que no te vas a creer es que da la casualidad de que este energúmeno ha atendido de la misma manera a dos amigas mías. A una de ellas la ha hecho volver ¡cuatro! veces porque no había atinado a coger el trocito correcto.
No sabes la de veces que he soñado que, cual Ángeles de Charlie, asaltábamos el hospital y le cortábamos en trocitos con una catana. Pero la triste realidad es que lo único que nos hemos atrevido a hacer es ponerle una denuncia a la que no sé cuándo nos contestarán (si es que lo hacen) Bienvenido a mi reino

Lebeche dijo...

Ahí que ver lo que les cuesta a los médicos decir que no tienen ni puta idea.

Claro, que imagínate un médico admitiendo que no sabe que es lo que te pasa. No son dioses pero tienen que parecerlo... y eso debe ser duro.

Por otro lado reconocer que el sistema de atención falla, en la mayoría de los casos, porque los pacientes hacemos un uso incorrecto del propio sistema. La urgencias de cualquier hospital están llenas de gente que "pasa de colas". Es inevitable que los médicos adopten la postura escética por norma.

Saludos

kasandra dijo...

Leído lo leído, ¿sabes? creo que yo he tenido mucha pero mucha suerte con el sistema sanitario.

Un saludo.

Byron Ronquillo Narváez dijo...

Creo que hablo a nombre de todos, QUEREMOS EL PROXIMO POST¡¡¡¡¡¡
gracias¡

Byron Ronquillo Narváez dijo...

je,je
Para que no crea que el morbo es lo unico que me motiva, le cuento mi estimada que hace un par de años salía con una practicante de medicina, la fuí a ver un sabado por la noche a la sección de Urgencias del hospital y quedé morado del miedo, la verdad es que estoy casi seguro que l@s doctor@s y enfermer@s necesitan de todas manera asistencia sicologica, seguramnet el hecho de vivir a diario con enfermos y accidentes y ver tan cara a cara la muerte debe afectar su mentalidad, dicen que el hombre se acostumbra a todo y puede ser que se acostumbren a ver sufrir a los demás y no necesariamente por ser malas personas.

Anecdota 2.- para el seguro medico de la universidad en tiempos que era estudiante nos pedían la prueba del HIV, la verdad no había por qué preocuparse, pero los 15 minutos que espere en la sala de espera por el resultado creo fueron los 15 minutos más largos de la vida.... me dejó mucho que reflexionar en realidad.

Como siempre un abrazo grande y que disfrute el otoño
:)

princesa del vértigo dijo...

Canterano, tienes razón en que nosotros tampoco hacemos un buen uso de los servicios, pero eso no quita que te traten con respeto y te escuchen.

Kasandra me alegro mucho que sea así. Debe ser que yo me he llevado la parte que te tocaba a ti ja,ja,ja (porque anécdotas de estas unas cuantas!!!)

Un saludo a los dos y bienvenidos

princesa del vértigo dijo...

Byrongio, qué ya nos conocemos, corazón!! y sabemos también de tu morbo je,je

Tengo una hermana enfermera en un hospital, trabaja en la unidad de cuidados intensivos, y la pasa lo que tú dices. Pero eso no quita que sea una buena profesional y que trate a sus pacientes con humanidad.

Estoy descubriendo muchas cosas para luego aplicarlas en verano (he pensado que como en tu tierra ahora es verano a lo mejor podía ir a aplicarlas ya allí):-)

Besitos

Byron Ronquillo Narváez dijo...

Es cierto aquello de todas manera hay gente que hace su trabajo con cariño y dedicación, si yo fuera doctor emmmm y con lo mal genioso que soy emmmmm :) en fin

Mi verano es sencillo, el mar, sol, yo en pantalón corto y mis admiradoras hechandome aceite de coco en mi lindo y bronceado cuerpo.... oooooso je,je

;)

GLAUKA dijo...

No te contaré porqué tengo cierto pavor y odio a la clase médica en general, que tengo variuas experiencias de esas demostrativas de ineptitud profesional ... pero como son médicos nunca les pasa nada ... tengo alergia medcamentosa gracias a uno ... a otro le debo el peor año de mi vida porque teniendo un problema de tiroides me mandaba al sicólogo ... en fin, una auténtica vergüenza ... si yo trabajara como ellos estaría en la cárcel, seguro.

Mr. Jones™ dijo...

El viejo era un jodido romántico.

princesa del vértigo dijo...

GLAUKA, ya te dije que tú y yo tenemos mucho en común, hasta la mala suerte por lo que veo :-)

FARRUCO JONES, y que lo digas. Desde entonces mantenemos una romántica relación de amor y odio.

Mr. Jones™ dijo...

Puedes llamarme Sr. Jones.

princesa del vértigo dijo...

Gracias por regalarme tu confianza, me has quitado un gran peso de encima, Sr. Jones

Mr. Jones™ dijo...

De momento te la regalo. Pero como decidas portarte bien, empezaré a cobrártela.

princesa del vértigo dijo...

YO siempre me porto muuuuyyyy mal. Soy malisíiisima.

Mr. Jones™ dijo...

Entonces nos llevaremos bien.

Andrés dijo...

Leo tus palabras con el fondo de la voz imponente de Freddie Mercury... y se me hace una cosa "acá"... me duele como a vos..

Es agridulce el texto...gracioso y muy triste a la vez

Me encanta este post, y por supuesto tu blog en general.

Gracias por las palabras.

Pasate por casa cuando quieras

A.-

alcaper dijo...

Lamentablemente, en el sistema sanitario hay de todo, desde los profesionales atentos y educados con los que da gusto tratar hasta los más insoportables desgraciados malhumorados que están todo el día quejándose amárgamente y jodiendo el día a los demás. Conozco yo cada caso por aqui...

Saludos princesa

Anónimo dijo...

Hola que tal soy Marta, por casualidad he llegado a tu blog y he de decir que me ha gustado bastante, ya que soy muy aficionada a la fotografía erótica amateur, y a los relatos eróticos. Yo también tengo un blog de temática erótica, si quieres conocerme mejor no tienes más que visitar el enlace que te he dejado abajo.

Porno Casero Amateur

Te animo a seguir publicando.

Besos.

Marta.

Anónimo dijo...

Alienta leer comentarios como el anterior, ¿verdad?

Seguro que ya ni te acuerdas de mí.

princesa del vértigo dijo...

Sr. Jones!!! dónde andaba?!! por supuesto que me acuerdo de usted, siempre le tengo en mis oraciones.

En cuanto a la tal Marta...sin comentarios, ya sabemos que el concepto que cada uno tiene de erotismo y pornografía es muy subjetivo y surrealista siempre (aunque sea amateur).
¡Y yo que pensaba que mi blog destilaba poesía y romanticismo!