Needle in the hay (Versión de Melissa Laveaux de la canción de Elliot Smith)
Me costó un poco comprender lo que estaba viendo. Estaba viendo un insecto posado, verde, de largas patas. Era una esperanza verde; siempre me han dicho que son de buen augurio. Después la esperanza comenzó a andar muy levemente sobre el colchón. Era verde claro, con unas patas que mantenían su cuerpo en un plano alto y suelto, un plano tan quebradizo como las propias patas que estaban hechas del color del caparazón. Dentro de las patas filiformes no había nada: la parte interna de una superficie tan lisa es ya otra superficie. Parecía un dibujo liso que hubiese salido del papel y, verde, caminase. Pero caminaba, sonámbulo pero determinado. Sonámbulo: una mínima hoja de árbol que hubiese obtenido la independencia solitara de los que siguen el borroso trazo de un destino. Ella, la esperanza, andaba con la determinación de quien copia un trazo que es invisible para mí. Sin temblar ella andaba. Su mecanismo interior no era trémulo, pero tenía el estremecimiento regular del más frágil reloj. ¿Cómo será el amor entre dos esperanzas? Verde y verde, y después el mismo verde, que, de repente, por una vibración de verdes, se vuelve verde. Amor predestinado por su propio mecanismo aéreo. Pero ¿dónde tendrá las glándulas de su destino, y la adrenalina de su seco y verde interior? Porque era un ser hueco, un injerto de astillas, simple atracción electiva de línes verdes. ¿Yo? Yo. ¿Nosotros? Nosotros.
"Esperanza", Clarice Lispector
5 comentarios:
Verde que te quiero verde...
Verde pálido, casi decolorado ya...pronto no será más que una ilusión, me temo. Por ahora todavía distingo las finas líneas verdes de las patas aunque cada vez tenga que entrecerrar más los ojos para distinguir su verdor. Fuerzo la vista con empecinamiento, necesito ese verde reflejado en mi mirada...a veces me deslumbran verdes destellos que se apagan rápidamente.
¿de qué color ve usted sus esperanzas, mi caballero andante?
Verde oliva a ratos, amarillento a otros (hubiera sido más fino decir otoñal), rojo como las hojas de arce y no sé por qué, aunque insisto en que el verde prevalezca, que lo demás vendrá solo.
Siempre viene, solo o acompañado...el caso es que te encuentre en el camino.
Besos, que hace tiempo que no se los regalo. Por si le hacen falta.
Me gustaria saber que paso con almach, si es posible que me respondas por favor
grasias
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